Cuando se piensa en Suiza viene a la mente, antes que nada, el chocolate, luego el queso, bancos, relojes, navajas y en la excelente calidad de cada uno de estos productos. Por eso me parece que una de las grandes características de Suiza, es la precisión con la que hacen todo. Sin esta cualidad no sería posible imaginar algo que sólo los suizos están a punto de lograr, los primeros autobuses eléctricos de batería que cargan en 15 segundos durante su parada en la estación.
Uno de los grandes problemas para que la implantación de los vehículos eléctricos se convierta en realidad, a parte de las presiones de las petroleras, son las dificultades que encontramos a la hora de cargarlos. Problemas como la autonomía, infinitamente menor que la que proporcionan los combustibles fósiles -aunque haya aparecido algún prototipo que acaba con este problema- o los pocos puntos de carga están retrasando la implantación de estos vehículos ecológicos y que no contaminan.
Pese a todo, se continúan desarrollando sistemas para solucionar estos problemas. El último ejemplo lo encontramos en la localidad suiza de Ginebra, donde se pondrá en marcha el programa TOSA (Trolleybus Optimisation Système Alimentation). Se trata de un programa piloto para una línea de autobuses eléctricos, que tiene como gran novedad un sistema de carga ultra rápido, capaz de recargar las baterías del vehículo en apenas 15 segundos; diseñado por la compañía helvética ABB.
La Suiza Ecole Polytechnique Federale de Lausanne (EPFL) lidera un proyecto en el que participan organismos públicos y privados para el desarrollo de este sistema de autobuses llamado TOSA. La idea es que, a través de un brazo instalado en el techo de la parada, el autobús pueda conectarse y cargar su batería de manera inmediata mientras los pasajeros abordan.
El autobús tendrá energía suficiente para transportar hasta 133 personas con ese tiempo mínimo de carga hasta la siguiente estación electrificada. Así la ruta no se retrasa y podrá volver a cargar energía en cada estación de su trayectoria. Se espera que el sistema de autobuses TOSA pueda estar listo y circulando en Ginebra para el 2017, un futuro no tan lejano.
El sistema de recarga entra en funcionamiento en el momento que los usuarios entran o salen del vehículo en las paradas, durante las cuales se realiza una recarga de 400 kW en tan solo 15 segundos. De esta manera básicamente el TOSA es un trolebús sin catenarias, inclusive las siglas TOSA hacen referencia a ellos pues son el indicativo de Trolleybus Optimisation Système Alimentation.
El funcionamiento del sistema es relativamente simple. Obviamente, en los 15 segundos que los pasajeros tardan en subir y bajar del autobús en cada parada no da tiempo a recargar el 100% de la batería del autobús, pero si que recibe un impulso de 400 kilowatios. Una vez que el autobús ha finalizado su recorrido y realiza el descanso en la última parada, basta con que esté conectado 3 o 4 minutos a la red para cargarse del todo y poder volver a iniciar su recorrido sin tener que preocuparse por si se queda sin batería a mitad del camino.
La clave de todo está en el cargador ultra rápido que se instala en las paradas. Este cargador, que se puede integrar en la propia parada, utiliza un brazo controlado por láser para conectarse con el receptáculo del autobús y proporciona la carga mientras realiza la parada. ABB ha diseñado este sistema pensando en las rutas urbanas de áreas clave, y lo ha definido como una solución de “cero emisiones”, ya que utiliza energía eléctrica procedente de fuentes hidroeléctricas y no de la red eléctrica convencional; aunque podría hacerlo en zonas donde no exista ese tipo de energía renovable.
De momento, al línea piloto del proyecto TOSA unirá el aeropuerto de Ginebra y el Centro de Congresos Palexco. Claes Rytoft, jefe de tecnología de la empresa que ha diseñado el proyecto, destaca que se trata de una nueva generación de transporte público eléctrico que ya no está suspendido, como pasa con los tranvías o trolebuses. Rytoft confía en que este tipo de autobuses sean el primer paso hacia un modelo de transporte público ”más flexible, rentable, público y que reduzca la contaminación y el ruido”.
Fuente original: desarrollosostenible
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